Hoy te proponemos un pequeño ejercicio. Ponte en situación. Eres un Community Manager, estás fuera de tu horario de trabajo y sales a tomar unas cañas con tus amigos. Como no, nada más llegar al bar sacas tu smartphone para hacer check-in en Foursquare a ver si, de una vez, consigues quitarle el mayor del bar a Tony B. Y justo en ese instante te llega un aviso: Alguien ha mencionado en Twitter una de las cuentas que gestionas, ¿qué haces?
A. Pasas de la mención. Estás en tu tiempo de ocio
B. Respondes el tweet aunque con ello te arriesgas a que inicie una conversación de tweets que te haga trabajar en vez de disfrutar de tu tiempo de ocio
Es difícil responder, ¿verdad? No te preocupes, se trata de la duda existencial de todos y cada uno de los que se dedican a esta profesión. Dónde, cuándo y cómo poner los límites a una actividad que puede realizarse casi en cualquier lugar y a cualquier hora.
Y es que hay tantas respuestas como formas de definir y ejercer el rol de Community Manager. Hay quienes optan por no desvelar los nombres de las empresas a las que les gestionan las redes sociales y que deciden adoptar la personalidad de la empresa para la que trabajan, se ponen en la piel de la entidad y toman su misión, valores y objetivos como propios a la hora de, por ejemplo, actualizar el estado del Facebook.
Otros, en cambio, deciden darle su toque personal a su forma de comunicar creando así su propio sello lo que hace que, sea cual sea la institución para la que trabajen, pueda reconocerse que ellos están detrás de cada tweet.
A pesar de estas discrepancias a la hora del ejercicio de la profesión, hay dos hechos en los que prácticamente todos están de acuerdo: Hay que saber organizarse y no hay una tarifa fija a la hora de cobrar por tus servicios.
Respecto a la organización, la mayor parte recurre a herramientas como Google Calendar o Hi Task, Google Reader y Delicious para, entre otras razones, no dejar pasar ningún evento y estar al día de todo cuanto se publica.
En el segundo punto, el del tema del sueldo, pocos saben decir cuánto es mucho o poco en este trabajo. La opción más recurrente y, quizá la más efectiva, presentar al potencial cliente una estrategia de comunicación integral en redes sociales, cobrar por objetivos y, una vez puesto en marcha el proyecto, fijar una cuota por el mantenimiento.
Todos estos temas centraron la mesa redonda que organizó la Escuela Superior de Marketing-ESUMA dentro del programa del Executive en Community Manager para PYMES. Moderada por Juan Ángel Conca – responsable de comunicación 2.0 en Morazan Consulting –, contó con la participación de Cristina Vílchez – periodista digital en Tú y yo qué –, Abraham Molina en representación de SÍMBOLO Ingenio Creativo y Vicente Juan, influyente y activo blogger alicantino.