Dentro del marketing sensorial encontramos el marketing sensorial olfativo, también conocido como marketing olfativo, branding olfativo, marketing de olores, marketing de fragancias o, uno de más interesantes, aromarketing. Hoy vamos a hablar sobre qué es marketing olfativo y para qué sirve.
Seguro que aunque aún no conozcas el término marketing olfativo ya sabrás por dónde van los tiros de esta entrada enmarcada en el ámbito del marketing sensorial. Pero por si acaso aún no lo sabes, el Doctor Simbol, que es muy buen tipo, te va a ayudar a entender este concepto de marketing olfativo y todos sus secretos.

¿Qué es el marketing olfativo y para qué sirve?
El marketing olfativo, a día de hoy, es una de las técnicas de marketing offline más innovadoras. Esta técnica que comenzó como una simple tendencia, se ha convertido en una opción más que asentada para las marcas y cada vez es más usada por las mismas para crear vínculos más cercanos entre los clientes y la marca. Todo ello debido a su gran capacidad de para atraer clientes e incrementar las ventas, que han convertido al marketing olfativo en una oportunidad para las empresas para no solo atraer al consumidor, sino también para aumentar en él el recuerdo de un producto o una marca por más tiempo .
Pero, ¿en qué consiste exactamente esta técnica? Pues bien, como su propio nombre indica, esta estrategia de marketing se sirve del olfato, un sentido diferente al que nos tienen acostumbrados las marcas, las cuales suelen utilizar el sentido de la vista para atraer a los consumidores. Por tanto, podemos decir que el marketing olfativo activa nuestro sentido del olfato mediante diferentes olores, aromas o fragancias, provocando así numerosas sensaciones, emociones y recuerdos positivos en los clientes para crear una experiencia de compra diferente y una conexión inevitable entre la marca o el producto y estos recuerdos suscitados. En resumen, el objetivo del marketing olfativo es llegar a los consumidores por medio de aromas y fragancias que estos asociarán a tu empresa, marca o producto. Además esta técnica de marketing conseguirá aumentar las ventas de tu negocio y, lo más importante, fidelizar a tus clientes gracias a las sensaciones agradables que les evocarán estos aromas o fragancias.
Resulta muy efectivo ya que nuestro cerebro percibe los olores de forma totalmente inconsciente y el olfato es el sentido que más tiempo permanece en la memoria, por lo que el impacto es mayor que cuando activamos el sentido de la vista. Otro factor que hay que tener en cuenta es que los seres humanos podemos percibir hasta 10.000 olores diferentes, mientras que sólo podemos diferenciar 12 colores. Además, numerosos estudios, como uno realizado por la Universidad Rockefeller de Nueva York, demuestran que las personas recordamos tan sólo un 5% de lo que vemos frente al 35% de lo que olemos, un porcentaje mucho mayor que hace del olfato el sentido perfecto para crear un recuerdo en el consumidor.
Como ya hemos mencionado, el marketing olfativo utiliza una serie de aromas específicos en el entorno de un negocio o empresa para así provocar emociones y de esta forma influir en el comportamiento de los consumidores y conseguir permanecer en su mente (tanto la marca como el producto) por más tiempo, además de generar más ventas. Pero esta estrategia de marketing offline, más que fidelizar una identidad, busca aumentar la calidad de dicha identidad. Según Francisco Ruiz, director de Meditaroma, una empresa especializada en desarrollar fragancias específicas para negocios y empresas, los tres objetivos principales del marketing sensorial olfativo abarcan tres tipos de factores:
- Corporativo: el objetivo es crear un aroma o fragancia exclusivo para la marca, y que sirva de referencia de la misma. Es decir, un olor único para la marca, indistintamente de dónde se encuentre, por ejemplo, hay tiendas que tienen un olor característico, como es el caso de Stradivarius, todas sus tiendas tienen exactamente la misma fragancia esté donde esté.
- Identificativo: consiste en utilizar un aroma o fragancia que refuerce la identidad del producto que se está vendiendo en el negocio. Por ejemplo, el aroma dulce de una pastelería o una panadería, que además de ser agradable te incita a comprar.
- Productivo: se utiliza un aroma o fragancia concreto del producto que se está vendiendo para aumentar el efecto y recuerdo en los consumidores. Esto suele ocurrir en establecimientos de comida, como una cafetería que desprende un gran olor a café expresso o capuccino, o un asador de carne que huele a salsa barbacoa.