Admítelo: miramos por encima del hombro a los usuarios de Hotmail. Adolescentes, internautas ocasionales, advenedizos con dirección electrónica, etc. En definitiva, aquellos que necesitan una cuenta de correo pero tampoco le dan mucho uso. O peor, personas que la usan a diario e incluso son asiduas de las redes sociales pero se quedaron con lo más común y aparentemente sencillo.
Cada vez que escuchamos esas direcciones tipo «maria-barra-baja-garcía…» o «manolo-hernández-ochenta-y-seis», nos apiadamos del incauto que prefirió un sistema desfasado, una capacidad de almacenaje muy limitada y además lo hizo con una multinacional que no mola nada y que es sinónimo de monopolio. ¿Cómo no vamos a mirar con desdén si nuestra cuenta de Gmail nos ofrece una capacidad de 7,35 GB (y creciendo), integración con el universo de aplicaciones Google y, por si fuera poco, tener una cuenta de Gmail no desmerece en absoluto nuestro perfil profesional y es como si fuera de tu propia empresa?.
Frente a todo ello los de Redmond sólo podían ofrecer los aplastantes números de la cantidad de millones de usuarios que tiene Hotmail. Cantidad frente a calidad. Pero ahora pueden ofrecer mucho más. Muchísimo.
En la última actualización de Hotmail realizada hace sólo unos meses, el veterano servicio de mensajería ha dado pasos de gigante y se ha colocado como una de las mejores opciones para tener email. ¿Exageramos?. Veámoslo: espacio ilimitado en la bandeja de entrada, hasta 25 GB de datos en SkyDrive (disco duro virtual), mejoras muy útiles en la gestión del correo (emails que pueden agruparse y dasagruparse en conversaciones, gestión de remitentes con sólo un click) y, aspecto importante, posibilidad de editar y visualizar documentos de Office sin tener que instalar ninguna aplicación. Y cuando decimos que puedes trabajar con los documentos de Office queremos decir que lo harás tal y como lo verías en la aplicación de escritorio.
Por si fuera poco hay otras novedades realmente interesantes, como la posibilidad de enviar hasta 10 GB de fotografías sin que en realidad estén adjuntas, ya que lo que se envía es una presentación y las imágenes están realmente almacenadas en SkyDrive y tienen fecha de caducidad. Así tu correo con muchas fotos llegará sin falta y no saturará tu cuenta y la de tu contacto. Desde luego, los chicos de Bill Gates han hecho muy bien los deberes.
Así que escribiremos la frase que te estás temiendo: Hotmail es, ahora, mejor que Gmail.
¿Significa eso que todo ha cambiado y debemos pasarnos a Hotmail?. Más bien no. Realmente las diferencias entre servicios tendrían que ser abismales para animarnos a avisar del cambio de dirección a todo el mundo que nos conoce. También implica volver una y otra vez a nuestro anterior servicio de email para consultar correos, direcciones, archivos adjuntos, etc. del pasado. Seguramente no estaremos dispuestos a ello.
El cambio sí que puede producirse en el salto entre el uso esporádico del email y una utilización más profesional. Los adolescentes que antes pasaban de Hotmail a Gmail hoy tienen mucho menos argumentos para hacerlo. Eso sí, siempre y cuando desde Google no vuelvan a revolucionar el mercado. Y ahí estamos expectantes, ¿tendrán preparado el contraataque los de Mountain View?, ¿será, como es de prever, el entorno móvil el nuevo escenario de batalla?.