El pasado 5 de mayo, la Galería Aural inauguró la primera exposición individual de Isaac Montoya en esta galería. Nuestro compañero Ángel Castellanos estuvo realizando unas fotografías, y con su visión, hemos querido realizar este post.
Lleva como título “Reconstrucción” y la componen obras fotográficas, a las que el autor ha dado su particular visión de la situación mundial actual.
“Reconstrucción” no es tanto una crítica, es un reflejo del espíritu humano, en sociedad, ante tiempos convulsos de crisis y catástrofes. Cómo las sociedades se aferran a las cosas más increíbles, como la religión o el dinero; dejando de lado el drama humano individual (y no tan individual). Aunque es precisamente este comportamiento, “se hunde el barco”, el que se convierte en un drama, una “vergüenza”, pero una realidad.
Pueblos que, ante la tragedia, se aferran a un Dios cristiano, sociedades que ponen toda su confianza en el capitalismo más feroz, y otras que se dejan morir con la esperanza de renacer de sus cenizas con un sistema nuevo; lejos del podrido sistema actual.
Isaac Montoya nos trae su particular visión de la naturaleza humana diversa, en gran formato y con gran talento.
Si bajamos las estupendas escaleras de hormigón, con mensaje oculto en sus escalones, de la Galería Aural, llegaremos a la segunda parte de este mundo Isaac Montoya. Nos adentramos en la penumbra, como si de un sótano secreto de fantasía se tratara. Cogemos unas gafas especiales mediofuturistas-medioretro de filtros rojo y azul. A nuestro alrededor, hay imágenes vivas, de colores neón, en las que apreciamos dibujos de Carnaval, alegres, festivos… Pero si los miramos a través de nuestras gafas “futu-retro” podremos ver que la realidad es diferente.
La sociedad fabrica cortinas de fiesta y jaleo para esconder, para evadirse, para meter la cabeza en la tierra, de la verdad que están viviendo. No os diré que se puede ver en esos dibujos de “Carnivalismo”, quiero que lo descubráis vosotros.
La técnica asombrosa con la que Isaac Montoya crea estas imágenes no es algo que se pueda dejar pasar. Pero, incluso, lo ha llevado más lejos y, durante dos años, ha trabajado en un vídeo con esta técnica. La dificultad y el arte con los que están creados valen una larga visita a la Galería Aural.Totalmente recomendable. Absolutamente indispensable.