Hace años era impensable ver a alguien en una oficina escuchado música. Hoy en día esto ha cambiado, sin embargo sigue habiendo una opinión muy variada dependiendo de a quien se lo preguntes, algunos pensaran que es positivo porque mejora el ambiente de trabajo y un trabajador más a gusto es un trabajar más contento, y un trabajador más contento suele ser más productivo. Otros a la antigua usanza pensaran que el trabajo no tiene ni debe ser un sitio divertido o agradable, que lo importante es la eficiencia, con una visión semi-robótica de lo que implica trabajar, “voy, hago esto, luego esto y termino, me quedan 16 horas para divertirme”. Y luego los que independientemente de la sensación de agrado que genere en la persona piensan que la música puede favorecer los ritmos de trabajo y aumentar la productividad, y este pensamiento no es nuevo, los militares llevan décadas cantando durante el entrenamiento, en el siglo XVIII habían canciones pensadas para los esclavos en los campos de algodón, y ya hace siglos los marineros utilizaban canciones, llamadas salomas, para aumentar la productividad al realizar ciertas tareas en los barcos, hasta Sheldoon en la serie TBBT lo hace.
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Hoy, en una era en la que se hacen investigaciones sobre casi cualquier tema no podía faltar una investigación que aclarase y resolviese este “conflicto” sobre algo tan estimulante y tan ligado a la humanidad como es la música, pues desde que somos humanos componemos y disfrutamos de los ritmos que creamos. Así que aquí te expondremos algunos estudios que se han llevado acabo y sus conclusiones.
Según un estudio publicado en 1999 en la revista Neuroscience and behavioral physiology escuchar música nos hace más eficientes ya que nos ayuda a trabajar más rápido. Esto es especialmente cierto cuando las tareas son repetitivas, es decir que ni los marineros ni Sheldoon se equivocaban. Este estudio también concluyó que el volumen de la música no influye en la eficiencia, pero si su repetición, es decir, cuando más veces escuches una canción menos te ayudara a trabajar rápido.
Por otra parte, una investigación llevada a cabo por la Cardiff Metropolitan University
demostró que cuando nuestro cerebro debe concentrarse especialmente, la música hace que nos cueste realizar más la tarea ya que su efecto estimulante genera una distracción para el cerebro, así que si tienes que memorizar algo o hacer un trabajo que requiera especial atención (como revisar una ley) mejor hazlo en silencio. Sin embargo esto no es aplicable cuando se trata de niños, ya que un estudio de la Universidad de Londres llego a la conclusión de que la música clásica ayuda a los niños a mejorar su capacidad de atención y su ingenio.
Ademas de esto, que las personas puedan escuchar música que disfruten y las relaje hace que claramente se sientan más a gusto en el trabajo, esto hace que disminuyan sus niveles de estrés y que mejore el clima laboral, repercutiendo positivamente en el surgimiento de ideas creativas e ingeniosas, de actitudes proactivas, y de cara a la empresa, permite la retención de personas talentosas y valiosas para la organización, gracias a que les permite disfrutar más de su trabajo.
Como conclusión unos consejos recabados de toda esta información.
-Si tu trabajo requiere especial concentración mejor deja los cascos en casa.
-Si tu trabajo es repetitivo ponte una canción con buen ritmo que te hará hacerlo todo más rápido y hará que sea menos aburrido.
-Si tu trabajo es creativo, utiliza la música para reducir tu estrés y para estimular tu cerebro, seguro que así te surgirán mejores ideas.
-Cuando escojas la canción intenta no repetirla en exceso, ademas de que está demostrado que disminuye los efectos positivos, tenderás a cantarla y eso, a menos que seas un Pavarotti o una Adele probablemente disguste a tus compañeros.
-Por último te recomiendo escuchar canciones en otros idiomas, de esa manera se te dificultará interpretar las letras y te dejarás llevar solo por el sonido, evitando desconcentrarte en exceso.
Manuel Alejandro Zambrano Perales