Cada vez son menos las personas que, cuando se habla de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), asocian el término a conceptos como el patrocinio, el mecenazgo o al cuidado del medio ambiente. En este sentido, las acciones de RSC son mucho más frecuentes y poco a poco se consideran como un elemento de innovación y no sólo como una serie de líneas de actuación para evitar problemas.
Por este motivo, desde Símbolo, apostamos por la RSE con esta guía básica en la que puedes encontrar las claves de esta disciplina que se afianza, día a día, dentro de los planes estratégicos de las empresas. Con ella, también queremos romper el viejo mito de que sólo las grandes empresas están capacitadas, y obligadas, a llevar a cabo acciones de responsabilidad social.
En último lugar, pero no menos importante, hemos abordado el tema de la RSC 2.0 o lo que es lo mismo, el importante papel que ya desempeñan las redes sociales en la manera en que las empresas presentan sus políticas de RSE ante la sociedad e interactuan con ella.
Como en todo, es mejor prepararse para los cambios y más cuando todo apunta a que estos cambios se van a producir en un futuro no muy lejano. Por eso, cuando por ley haya que rendir cuentas en lo que a la responsabilidad social de la empresa se refiere, una situación que se producirá más pronto que tarde, sólo aquellas instituciones que se hayan preparado previamente para ello subsistirán. Y mientras ese momento llega, la RSC será un valor añadido a la actividad de la empresa que le aportará innovación y competitividad.
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