Hará unos años, cuando Loterías del Estado sacó su anuncio, muchos nos quedamos pensando cómo lo habían realizado. Esa historia contada sobre una cama, con una chica, cojines, objetos y ropa no es más que un ejemplo de Stop Motion, de Stop Motion llevado a la publicidad.
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¿De qué trata el Stop Motion?
El Stop Motion es una técnica basada en una sucesión de imágenes fijas, una animación realizada foto a foto, fotograma a fotograma, en la que entre toma y toma los objetos que entran en encuadre van cambiando de posición frente a la cámara. Las animaciones clasificadas como Stop Motion no entran en la categoría de dibujos animados ni de animación por ordenador ya que no han sido dibujadas sino creadas a partir de la toma de imágenes de la realidad o creando figuras tridimensionales.
Encontramos dos grandes grupos de animaciones Stop Motion: La animación realizada a través de elementos maleables y las animaciones con objetos rígidos.
El Stop Motion con elementos maleables se suele realizar con plastilina o arcilla y hay dos estilos, el libre y el de estructura articulada. El primero se da cuando los elementos hechos con la plastilina se van transformando a medida que avanza la historia. En cambio, en el segundo caso, se hace uso de un esqueleto articulado que se forra con el material maleable permitiendo a la figura moverse sin perder su estructura.
En cuanto al Stop Motion usando elementos rígidos, diremos que se da cuando se realiza una estructura articulada con un material diferente a la plastilina o la arcilla, pudiendo ser madera, papel maché, bloques o juguetes; el límite del uso de materiales lo marca quien construye el Stop Motion. Incluso se pueden utilizar personas.
El Stop Motion es una técnica que requiere de mucho tiempo y mucha paciencia, donde hay que tener muy en cuenta la iluminación y la colocación de la cámara. Para llevar a cabo este tipo de animación hay que pensar bien en la historia a contar, describir los hechos más importantes para poder preparar a conciencia la escenografía y a los personajes.
El Stop Motion ha marcado una tendencia en el ámbito publicitario, es una técnica que permite llamar la atención del público objetivo logrando que éste recuerde la marca, además es una técnica repleta de creatividad. Aquí os dejamos unos ejemplos:
Withings, una marca francesa especializada en la fabricación de dispositivos para la medición de las actividades físicas, junto con la agencia Man+Hatchet, crearon un spot en Stop Motion donde el protagonista es el único que sale vestido, y al que se pretende concienciar de que preste más atención a las señales que emite su cuerpo.
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John Lewis preparó el anuncio navideño ‘The Bear and the Hare’, protagonizado por animalitos del bosque en el que una liebre le prepara una sorpresa navideña a su amigo el oso, el cual nunca ha vivido la Navidad porque por esas fechas es época de hibernación. Os dejamos el making of para que veáis la técnica.
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Olympus también recurrió al Stop Motion para promocionar el relanzamiento de su cámara PEN. En el anuncio muestra el viaje en el tiempo de un niño hasta su adultez a través de fotografías.
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La marca de libretas y diarios, Moleskine también ha caído en la tentación realizando un Spot con esta técnica.
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¿Y vosotros? ¿Qué historia contaríais en Stop Motion?
