La Policía Nacional cuenta con una delegación de Participación Ciudadana en la que formar y prevenir son los objetivos principales. Configurado como un programa de atención a los ciudadanos en múltiples aspectos, abarca las siguientes líneas de trabajo: Turismo Seguro, destinado a los turistas; otro dedicado a los colegios (que es el que más tiempo les ocupa); el destinado a los vecinos, en el que atienden las relaciones con todo tipo de asociaciones de vecinos y sus conflictos; y el de mayores. También existe el área denominada Comercio Seguro, enfocado a los hurtos en el sector del comercio y en el que también realizan una labor informativa disuasoria para evitar los delitos, como es la instalación de carteles informativos que avisan de que el establecimiento cuenta con cámaras de vigilancia.
De todos estos colectivos, el de los escolares es el que más tiempo les ocupa (durante el curso escolar) tal y como nos indica José Tirado Saborit, delegado de Participación Ciudadana en la Comisaría Provincial de Alicante. Hasta 600 charlas se han dado en un año para escolares en Alicante, gracias a esta campaña que se puso en marcha en 2008 y que debido a la buena acogida que tuvo y a que se ha ido dotando de mayores recursos, ha ido incrementándose paulatinamente.
Y en estas campañas informativas a escolares, los peligros que se derivan de las nuevas tecnologías ocupa un lugar fundamental. Los y las escolares pueden verse envueltos en situaciones problemáticas derivadas de aplicaciones que permiten los móviles y la utilización de internet y redes sociales si no cuentan con la información y asesoramiento suficiente. Con casos prácticos y reales, los agentes de esta delegación consiguen que los jóvenes entiendan a qué peligros se enfrentan, e incluso las charlas sirven en ocasiones para desvelar situaciones problemáticas y resolverlas.
Esta delegación de la Policía Nacional trabaja la prevención en el ámbito escolar también con charlas para profesores y padres, de forma totalmente gratuita, con el fin de detectar y prevenir los problemas a los se enfrentan sus hijos. El ciberacoso o cyberbylling es, por ejemplo, uno los riesgos que corren una vez que entran en las redes. Y es que Internet y los dispositivos móviles que ahora se manejan cotidianamente han abierto todo un mundo de posibilidades también para cometer delitos y para atajarlos.
En sí estas tecnologías no son buenas ni malas para la seguridad “depende como se usen” afirman desde la Policía Nacional. Requieren sobre todo de sentido común y pueden ser también el instrumento con el que prevenir y combatir delitos. Por ejemplo, cuando se difunde un nuevo tipo de estafa a través del Facebook y Twitter de la Policía Nacional se logra poner a la ciudadanía en alerta y en muchos casos atajar el problema. Tener en cuenta que una vez que un contenido (sea texto o foto) se sube a la red permanecerá allí para siempre, gestionar a quienes dejamos ver nuestros contenidos y blindar nuestros ordenadores y dispositivos son medidas de seguridad básicas que todos deberíamos tener cuenta, sin olvidar nunca que su uso por parte de menores requiere de un control de los adultos.