Esta semana rendimos homenaje póstumo a una de las grandes figuras culturales del panorama nacional de los últimos tiempos, sin duda, nuestro admirado David Delfín.
David Delfin, artista multidisciplinar
Malagueño, PREMIO NACIONAL DE DISEÑO DE MODA, y figura transgresora que se movió como pez en el agua tanto en el marco de la moda como en el contexto del arte contemporáneo, la música, la performance, la videocreación, la fotografía, el diseño en todas sus acepciones y cualquier medio de expresión habido y por haber, añadiendo y cuestionando todos los estándares rancios e históricos de este solar patrio, que necesitaba encarecidamente de un ser como el suyo para revolucionar el establishment y volver a posicionar la creación artística en el punto de mira de una sociedad que necesitaba un pequeño «meneo» para volver a comulgar con la contemporaneidad.
Nos quedamos en el recuerdo su figura, su golpe encima de la mesa, su actitud rompedora y provocadora. Es por todo esto que nos remitimos a su desfile de la PASARELA CIBELES «COUR DES MIRACLES» PRIMAVERA-VERANO 2003.
Después de 15 años, volvemos a revisar esta brutal puesta en escena, en un momento en el que la guerra de Afganistán copaba los teleprompters, Delfín tapó la cara de las modelos con capuchas a modo de burka y les colgó sogas al cuello, imagen escenográfica que la propia organización de la pasarela rechazó, abandonando las instalaciones del desfile.
Pero ahí están ‘Viridiana’ y ‘Belle de Jour’, del cineasta Luis Buñuel, el malagueño rescató los enseres de grandes de la talla de Buñuel, se coló en los telediarios y su nombre fue foco nacional en todos los medios, sin esperar que aquello no era nada más que el principio de una carrera total.
Desde el fondo de nuestro corazón, nos apena, nos jode y nos da rabia. No somos buenos escribiendo necrológicas. A tus pies maestro David, esperamos ser dignos de tratar de seguir tu estela, aunque solo sea desde la más pura convicción estética, esa que en busca de la belleza se deja perder y se encuentra.