Alguien me dijo hace algún tiempo… que cuando subes a una bici, se dibuja automáticamente una sonrisa en tu cara, y estoy totalmente de acuerdo. Es especial escribir este post para mí, porque yo soy una de esas sonrisas. Montarte en una bici es como dar un salto a tu infancia, cuando seguro muchos de nosotros correteábamos con ellas. Después, cuando pasa el tiempo y vuelves a subir a una, es como si el tiempo no hubiera pasado.
Bicicletas El Gallo nace de la mano de Romain Lecocq, un francés afincado en Elche que no concibe su vida sin una bici al lado. Como él nos cuenta, recupera bicis para darles una segunda vida, porque se lo merecen por llevarnos a todas partes…
Mucho ha llovido desde que se inventara la primera bicicleta, ésta ha evolucionado del manillar a las ruedas, y ya hay quien como Romain se dedica a darles un toque chic y original, dando nuevas formas a los materiales e inventando cada día, una nueva idea.
Es un medio de transporte muy poco utilizado en España, pero que poco a poco está invadiendo nuestras ciudades motivado por aires europeos, donde las bicis son las reinas de la ciudad. ¿Y por qué no conseguir una bicicleta que además de cómoda, se identifique contigo? Bicicletas El Gallo no solo da forma y color, hace que cada bici sea única, que cada una tenga su propia vida, su propia esencia.
Puedes seguirles la pista, a través de Facebook, Twitter e Instagram. Os recomendamos que no los perdáis de vista y os animéis a tener la vuestra.
Fotografías de Mike Dumonceau Fotografía