Alberto y Carlos, dos amigos que patinaban juntos desde la infancia deciden, un buen día, que van a abrir una tienda de patines. Cuando se lo contaron a su familia y amigos, la pregunta que todo el mundo les hizo fue: «Pero, ¿la gente todavía patina?».
Ya han pasado casi dos años desde que inaguraron SlideInLine RollerShop y, hoy por hoy, es el único comercio especializado en patines de la provincia de Alicante. Y es que, según ellos, «No hay edad para patinar y hay un patín para cada persona». Prueba de esto es que en su tienda entran desde niños hasta personas recién jubiladas y todos con un mismo objetivo: Hacer deporte, divertirse y pasar un buen rato.
Pero el proyecto de Carlos y Alberto era mucho más ambicioso. «En un principio, nuestra idea era abrir un parque Indoor o un skatepark al estilo de los que hay en otras ciudades europeas pero ello suponía una inversión demasiado elevada», comentan.
Así que decidieron empezar por la tienda. Todo un reto si tenemos en cuenta que son dos chicos jóvenes -menores de 30 años- y que ellos solos consiguieron la financiación, redactaron su plan de empresa, buscaron local, lo pintaron y, poco a poco, lo fueron arreglando hasta que le dieron forma a SlideInLine RollerShop.
La tienda también se ha convertido en punto de encuentro de los aficionados a este deporte en toda la provincia. A través de Facebook organizan ‘quedadas’ y suelen reunirse en el monte Tossal. «El parque del monte Tossal es el único lugar en Alicante habilitado para patinar. Por eso nuestra idea de un skatepark sigue ahí, porque los espacios son muy reducidos y porque vemos que por parte del ayuntamiento y de otras instituciones no hay interés por mejorar las instalaciones o por crear otras nuevas».
Si os soy sincera, mi relación con los patines se remonta a los años 90 y a un par de botas blancas con cuatro ruedas rojas que, por supuesto, no estaban en línea y que guardaban un gran parecido con los patines que llevaba la ‘chica Martini’. Pero después de haber visitado SlideInLine RollerShop, de conocer a Alberto y a Carlos y de ver a los patinadores en acción me han dado ganas de lanzarme a rodar otra vez. Eso sí, dejaré los saltos y las vueltas en el aire para los profesionales. Y si no, ya me contaréis si a vosotros no os dan ganas de patinar después de ver este vídeo.