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Generación Y
… también conocidos como ‘Millennials’ o ‘Echo boomers’, son aquellos que van a dar un giro al sistema tal y como lo conocemos. Nacidos entre 1980 y 1992, estos jóvenes se caracterizan por el manejo natural de la tecnología, redes sociales incluidas.
Inconformistas y exigentes, buscan un empleo donde se les permita ser originales y creativos. Es más, muchos prefieren «no tener empleo, a estar en un trabajo que odien». Vemos así que la elección de su carrera no se define por el cargo o el salario, sino por el estilo de vida que la acompaña. Esto se corresponde con la idea de su sentido de la vida. A pesar de que más de un 50% tiene un título universitario (en España), a la hora de salir al mercado laboral sólo se encuentran con ofertas de prácticas o trabajos temporales. Pero esto no los detiene. Resaltan la importancia de aprender continuamente en el trabajo, siendo esta una forma de estar siempre actualizado con técnicas y conocimientos.
Por una parte, los millennials quieren y necesitan el feedback de sus mentores en el puesto de trabajo. Es la manera de asegurarse que cumplen con sus tareas correctamente. Pero, por otra, algunos consideran que deberían poder orientar a sus compañeros más veteranos en lo referente a tecnología. Esto sería beneficioso, ya que la ‘Generación Y’ ha tomado contacto con la tecnología e internet desde –prácticamente– su nacimiento.
Y las empresas los necesitan. Un estudio realizado por Delloite explica que «en este entorno económico riesgoso, la energía, la inteligencia, su amplio conocimiento y saber hacer con la tecnología, los jóvenes de la ‘Generación Y’ serán esenciales para todas las organizaciones de alto rendimiento».
Un gran interés que tiene este colectivo es la moda. La biblia de tendencias Vogue, menciona en un artículo que «en 2026, la mayoría de los consumidores de lujo será de la generación ‘millennial’. La moda se enfrenta a un grupo conocido por su aversión al consumismo sin sentido y alérgico a los grandes logos».
Las firmas más prestigiosas se están viendo obligadas a cambiar sus estrategias para captar a los ‘Echo boomers’. Se trata de refrescar la marca, cuidando los límites y evitando el perjurio. Entre todas las marcas encontramos a Saint Laurent, que ahora viste iconos del punk e ídolos emergentes –véase Cara Delevingne–. Moschino «juega con la cultura popular y la pasa por un filtro de irreverencia e ironía». Un buen ejemplo de cómo rediseñar una estrategia basada en el público ‘millenial’ es la proclamada Burberry. La nueva estrategia consiste en los canales digitales, y como resultado tiene incrementos en sus ingresos de un 14% cada año. Utiliza su canal de YouTube para mostrar detalles de sus desfiles, y en Twitter tenemos una opción para comprar directamente desde un mensaje.
Buscando la eficiencia, no se trata de diseñar dos estrategias distintas, sino de integrar una con otra. Un buen ejemplo es que el cliente visita la tienda física, conoce el producto, y si decide adquirirlo, puede hacerlo online en cualquier momento.
Es sabido que la juventud posee ese espíritu libre y con un ápice de rebeldía, y los ‘millennials’ no serán menos. Vienen pisando fuerte y prometen cambiar –bastante rápido– el funcionamiento de las empresas, tanto interna como externamente.
Carolina Paolucci Fernández
English version
Generation Y…Millennials…Echo Boomers: they are the ones that are going to change the game as we know it. Born between 1980 and 1992, this generation of young people are known for easily working with technology, including social media.
These nonconformists are looking for jobs that allow them to be creative and original. Furthermore, many prefer to be unemployed if it means they will have a job they hate. Their career choices are not made based on what their actual job will be or how much money they will make, but on the lifestyle that comes with that job. This makes perfect sense given their idea of the good life. Despite the fact that 50% of this generation have university titles (in Spain), once they are ready to enter the working world, they only find temp jobs or (unpaid) internships. But, this does not hold them back. They understand the importance of continuous learning in the workplace as a way to keep up with new techniques and ideas.
On one side, Millennials want and need feedback from their mentors at work; it is the only way they can know if they are doing it right. But, on the other hand, some think that they should be able to teach the veteran colleagues about the technological world. This would be extremely beneficial, since Generation Y has had a knowledge of the internet and technology since birth (pretty much).
And businesses need them. A study conducted by Delloite shows that in this risky economic time, Generation Y is vital for a high performing business due to their energy, intelligence, and their technological knowledge.
A big interest this group has is fashion. Vogue Magazine predicts that by 2026, this generation will make up the majority of luxury consumers. The fashion industry is faced with an entire generation with an aversion to mindless consumerism and an allergy to big name brands.
The most prestigious firms have found themselves obligated to change their marketing strategies in order to capture the Echo Boomers. Trying to breathe new life into their brands, while knowing their limits. Among these brands we find Yves Saint Laurent who dresses emerging stars and punk icons like Cara Delvinge. Moshino plays with pop culture through an irreverent and ironic lense. A good example of how to redesign a strategy based on the Millennial public is Burberry. Their new strategy uses digital means and as a result the company has seen a 14% increase in revenue every year. Using YouTube to show details fresh off the runway or buying directly from Twitter in just a few clicks.
In search of efficiency, one can not have two distinct marketing strategies, but a mix of the two. A perfect example: some clients like to go to the physical store, know the products well, but if they want to, they can buy the products online at any moment.
It is well known that young people are free spirits and a little rebellious…and Millennials are no different. They are coming in strong and promise to change the business world…inside and out.
Carolina Paolucci Fernández
