La consultora internacional KPMG ha presentado su último informe de investigación sobre la comunicación de las cien empresas más grandes del mundo y sus fundaciones asociadas, respecto a la inversión social que realizan. Y es que, en la actualidad, las grandes corporaciones transnacionales invierten miles de millones de euros al año en programas sociales que abarcan desde la lucha contra la pobreza, al cambio climático o los Derechos Humanos.
El estudio ha arrojado datos preocupantes respecto a la todavía falta de implicación de estos gigantes para medir el impacto de sus inversiones en materia de Responsabilidad Social Corporativa: Mientras se centran especialmente en generar información sobre el grueso total de su contribución financiera, los programas de voluntariado que desarrollan con sus empleados y empleadas o las donaciones de productos que realizan,desatienden evaluar cuáles han sido los resultados de estas políticas, si se han cumplido los objetivos marcados dentro de los planes y proyectos desarrollados o si finalmente ha habido una contribución social real. Y es que, según los datos de KPMG, menos de un tercio de las empresas analiza los resultados o impactos de su RSC en términos generales y ninguna de estas multinacionales cuantifica los impactos a largo plazo, de modo que se pudiera entender si esa inversión social ha sido efectiva y de no serlo analizar las causas y modificar aquello que haya podido fallar.
Aunque, como cita KPMG, la medición y presentación de informes sobre el impacto social puede ser un proceso complejo y desafiante y no hay acuerdo sobre qué tipo de datos deben recogerse, sin embargo, una estrategia de inversión clara y coherente es el mejor punto de partida acompañado de una identificación precisa de los objetivos a corto, medio y largo plazo, estableciendo indicadores y líneas base de rendimiento clave para medir el progreso. Teniendo la empresa claro qué cambio quiere ayudar a realizar y qué impacto necesita para llevarlo a cabo, cuáles deberían ser los beneficios de esas políticas y cómo puede medir los progresos que se van realizando, ya puede aderezarlo con una buena estrategia de comunicación.