La revolución digital surgida en los noventa ha provocado un trasvase de las formas de comunicación, interacción social, y en general de cualquier actividad imaginable para el ser humano. Nuestras necesidades son las mismas, pero ahora cambia el factor tiempo y espacio. Queremos algo y lo queremos ya. Sin movernos, a tan solo un clic de nuestro objetivo. E Internet nos lo facilita. Gracias a la Red nos convertimos en seres omnipotentes y omnipresentes a los que nada se nos resiste. Y por supuesto, esto también sucede en el área de las compras. En plena era del consumismo, aunque no en su punto más alto, cada vez es más fácil encontrar la opción de tienda física en su modalidad online. No sólo es un sector en auge, sino que muchas ya optan por inaugurar únicamente su versión online.
Internet nos ofrece muchas ventajas. Podemos visitar espacios web en los que comparar precios, modelos, atender a las características del producto, y con la comodidad de que nos lo traen a casa. Además, en muchas ocasiones encontramos precios inferiores a los de la propia tienda física, dado que se suprimen intermediarios, y eludimos el problema de que no siempre esté disponible el producto. ¡Son todo ventajas!
Alrededor de un 44% de los internautas españoles ya recurre a esta actividad, favorecida en gran medida por la existencia de sistemas de pago seguro, entidades que velan por la protección de los consumidores, y por organismos que controlan la calidad de los productos ofrecidos en la Red. Especialmente la moda es el sector más puntero en esto del ecommerce, seguido de libros y DVD/CDs.
Sin embargo, en este espacio tan explotado, las empresas tienen que vérselas para desviar las miradas de los compradores online hacia sus marcas. Hasta ahora, lo más habitual era recurrir a infografías, podcasts, video, redes sociales, etc. Pero actualmente una de las estrategias de marketing que va tomando más fuerza a la hora de incentivar el fenómeno del comercio digital es la gamificación. Ikañi Ruiz, miembro de la junta directiva del Club Marketing ESADE lo define como “el uso de estrategias en un contexto no lúdico con la intención de modificar el comportamiento de nuestros clientes de acuerdo con nuestros objetivos de empresa”. Se trata de una estrategia que se perfila como una de las principales herramientas de marketing online, para afianzar la relación entre empresarios y clientes. Tiene por finalidad no tanto la diversión, sino más bien el entretenimiento, consiguiendo hacer más atractivas algunas acciones que pueden resultar demasiado rutinarias. Es una manera de enganchar al usuario a través de su interacción con juegos y que más tarde comparta los éxitos obtenidos con sus contactos. Actualmente, entorno a un 45.3% de las marcas en España ya recurren a esta alternativa para potenciar la difusión de su marca.
Hasta ahora el ejemplo más parecido que encontramos en el mundo offline es cuando al reunir cierto número de cupones éramos recompensados con descuentos en la compra final del producto. En el mundo online, ya lleva algún tiempo gestándose, pero es ahora, con la generalización de la era Smartphone, la definitiva consolidación de las redes sociales y el desarrollo de aplicaciones para móviles como Foursquare, cuando está alcanzando grandes cotas de participación por parte del usuario, el cual a su vez, actúa como principal difusor de la marca.
En una atmósfera pesimista que envuelve todos los sectores empresariales, la esfera de los videojuegos no cuenta con la misma mala suerte. Un sector en auge, que además empieza a dejar de ser considerado sólo su aspecto lúdico, para tener más presencia como responsable de la solución de problemas de engagement, alcanzando buenos resultados en áreas como la participación del usuario, su fidelización y mejora del branding, con la consecuente mejora del posicionamiento de tu marca, aumentar las ventas del producto y aumentar el tiempo de estancia de los usuarios en nuestros canales de comunicación.
Si bien es una opción muy recomendada para muchos sectores, especialmente en las compras online, es importante atender a una serie de requisitos para que sea realmente efectiva. En primer lugar, se debe desarrollar la estrategia pensando en el perfil del cliente al que nos vamos a dirigir. Cada usuario tiene unas motivaciones diferentes que le han llevado a interesarse por nuestra marca, por tanto tenemos que satisfacer las necesidades de cada uno de nuestros clientes. Además, tampoco podemos olvidarnos de ese porcentaje de nuestro público que todavía permanece potencial, pero que puede formar parte de nuestro target en algún momento.
En segundo lugar, no podemos optar por procedimientos que incrementen en gran medida el esfuerzo de compra de nuestros clientes, ya que esto puede dificultar su seguimiento y fidelización hacia nuestra marca.
Por último, es recomendable sesgar los objetivos en corto, medio y largo plazo con el fin de incrementar el número de clientes fieles. Así, ofreceremos recompensas diferentes según el tipo de cliente que nos siga, distinguiendo si se trata de un cliente potencial, ocasional o fiel.
Como vemos, el mundo online está en constante cambio y una de las premisas fundamentales para los que habitan en él es reinventarse y estar en contacto permanente con los últimos avances, detectando posibles oportunidades o amenazas que puedan beneficiar o perjudicar nuestros negocios. En la actualidad el comercio digital está teniendo mucho auge por lo que es importante permanecer atentos para encontrar la manera óptima de poder acercarnos a los compradores digitales y satisfacer sus necesidades.