Con las nuevas tecnologías se están redefiniendo tendencias en los hábitos de compra de la población. Los nuevos consumidores son conocidos como Smart customers (consumidores inteligentes) y destacan por su ingenio y creatividad a la hora de desenvolverse por internet y los medios sociales. Se caracterizan por tener más información de los productos y del entorno, y menos lealtad hacia las marcas.
Con esta situación, las empresas se ven obligadas a reformular las estrategias clásicas de comunicación para llegar al público, y enfocarlas hacia un nuevo ámbito: el de las plataformas sociales. La importancia de estas herramientas sociales a la hora de la comunicación resulta esencial, y el hecho de no usarlas es un signo de debilidad que sitúa a la empresa en clara desventaja con los competidores. Es por ello que cada vez las empresas, aun en tiempos de crisis, destinan más presupuesto a políticas de comunicación online.
Las herramientas tecnológicas provocan cambios en la forma de consumir tanto productos como servicios. Con Internet y los dispositivos móviles, millones de personas pueden acceder a productos que se ofrecen en cualquier parte del mundo y, además, ahorran dinero. Por el contrario, una gran proporción de consumidores se opone a comprar por Internet por la desconfianza que les provoca: los bienes pueden llegar dañados como consecuencia de las condiciones en las que viajan, tiempo de espera en recibir el producto, casos de robo de información bancaria, no se puede probar el artículo antes de comprarlo, etc.
Análisis
Según datos del PWC el 80% de los consumidores realizan una o más búsquedas por internet antes de confeccionar una compra. En los siguientes años se prevé un incremento de este porcentaje, ya que las previsiones indican que las personas no sólo “googlearán” más a la hora de comprar un producto o servicio, sino que además lo harán sobre una gran variedad de bienes y prestaciones, donde se incluirán productos de consumo diarios.
La principal causa de este comportamiento es el ahorro de las familias, que están dispuestas a invertir tiempo para conseguir la mayor información posible y así encontrar la combinación calidad-precio que más se ajuste a sus necesidades.
Factores de incidencia en el ámbito digital
Estudios muestran el tiempo y el diseño del sitio web como factores claves a la hora de elaborar una transacción. Un 92% de los internautas estadounidenses admite que aspectos visuales de una página influyen en la decisión de compra. Asimismo 6 de cada 10 dicen que están dispuestos a abandonar la web si tarda más de 3 segundos en cargarse.
Los nuevos tiempos dan más poder de negociación a los consumidores, que tienen la posibilidad de elegir entre un abanico de empresas para comprar un producto. Por el contrario el poder negociador de las empresas ha disminuido, y tienen la obligación de ser dinámicas tanto en la realización de campañas físicas como online para fidelizar a los clientes y no verse obstaculizadas en la consecución de sus objetivos.