Siguiendo con la propuesta cuerpo como expresión continuamos con la influencia y el intercambio entre danza y performance. Esto se confirman con El Evento sin Título (1952) propuesto por John Cage y realizado por varios artistas, uniendo teatro, música, poesía, pintura y danza.
En dicho Evento es donde hubo un encuentro entre Cage y Merce Cunningham (fue solista en la compañía de Martha Graham), entre otros. Provocando la producción de arte interdisciplinario en los años que sucederán. Había indeterminación entre la danza y la música de Cage, no había coreografía y las partes de la composición se iban integrando, no había inicio, medio y final. Cage componía por medio de juegos y azar. Estos acontecimientos posibilitarán no solamente la modernidad de la danza, sino también el impulso de la performance.
Martha Graham (Nueva York, 1894-1991), fue una bailarina y coreografía estadounidense de danza moderna cuya influencia en la danza es equiparada a la que tuvo Picasso en las artes plásticas, Stravinsky en la música o Frank Lloyd Wright en la arquitectura. Para ella, la danza moderna no era producto de la inventiva, sino del descubrimiento de principios primigenios.
Más tarde en Estados Unidos 1962, se formó Judson Dance Group, suministrado por el músico Robert Dunn (compañero de estudios de Cage) y donde ensayaba la compañía de Cinningham. Estos bailarines fueron los primeros en utilizar la improvisación en la escena haciendo un acto de resistencia a los movimientos fijos. Estos actos cotidianos presentados estaban en juego la unión entre arte y vida. Se iban incorporando a la escena movimientos o acciones de la vida cotidiana, como lavar la ropa, eran “cuerpos reales despojados de artificialidades”. Los miembros de Judson Dance inauguraron no sólo la danza post-moderna, también los happening y la performance.
La crítica reconoce la performance como un lenguaje que integra muchos otros, pero ¿quién es el padre de este lenguaje? La historia comprueba la fuerte relación entre danza y performance, al mismo tiempo que muchos bailarines hacían performance y happenings, muchos performers danzaban.
Tanto en la performance como en la danza el cuerpo es arte. El arte del cuerpo presente “Live art” contrasta el cuerpo del artista y el cuerpo del espectador. Todo lo que tenemos en el cuerpo en su totalidad: carne, sangre, sudor, gesto, movimiento. Siendo así, el cuerpo como sujeto y objeto de la obra, afirman algunos teóricos. Pero lo que hace la danza y la performa es desmaterializar las acciones que sólo duran el tiempo que los cuerpos pueden ver, sentir y oler.
En la danza y la performance hay subjetividad corporal. Spinoza define el cuerpo en el encuentro con otro cuerpo. Para el filósofo la potencia del cuerpo está relacionada con el modo de afectar y ser afectado por otro cuerpo. En otras palabras, en el encuentro el cuerpo tiene la capacidad de afectar a la danza, la danza, a su vez, se deja afectar y afecta a la performance. Lo que se tiene es una potencia/fuerza en el intercambio y encuentro entre la danza y la performance arte, por tanto, en el ámbito de la similitud entre los lenguajes, el gesto es el arte.
El cuerpo es el agente de los sentidos, es la obra, es el tiempo y lo efímero.
El próximo 30 de Junio se publicará el siguiente vídeo acción artística (II) que continua la serie «Cuerpo como expresión artística de lo más íntimo (Parte I)«. Vídeo Acción (I)
Rocío Segura, Artista Plástica.