Oímos constantemente que vivimos en la era de la “comunicación”. Resulta innegable que el mundo occidental y económicamente más aventajado dispone en esta época de un gran abanico de instrumentos que pueden facilitarnos la comunicación. Pero comunicarnos ¿para qué?

La comunicación, como todo acto humano puede resultar eficaz o ineficaz, sin embargo será imposible valorarlo si no sabemos con qué fin nos comunicamos.

Existen infinitos objetivos que perseguimos al iniciar una conversación, entiéndase esta como un intercambio de mensajes a través de cualquier soporte o en directo, y existen igualmente millones de matices que forman parte del juego de la comunicación…Entre las básicas preguntas que conforman el  paradigma de la comunicación hoy nos centramos en el para qué como punto de partida y variable que indicará al final si la comunicación ha sido eficaz.

Sonreímos y decimos buenos días para mantener una relación educada con otras personas, pedimos un café para poder tomarlo, solucionamos trámites para alcanzar nuestros objetivos…incluso cuando sólo emitimos sonidos estos tienen un fin: dar a conocer nuestro dolor, alegría, sorpresa… y en el mayor número de los casos, provocar una reacción.Es por ello que antes de iniciar una comunicación resulta muy positivo despejar esta incógnita.

Si definimos con claridad cuál es la meta de nuestra comunicación probablemente utilicemos el canal más adecuado, las palabras más apropiadas, incluso el tono que adoptemos y el gesto nos acompañarán si sabemos a donde queremos llegar.

En nuestro ámbito más privado nos comunicamos con unos fines, en el público y laboral con otros, y, por supuesto, en el profesional también. Es por ello, que desde Símbolo Ingenio Creativo, como profesionales de comunicación, afrontamos cada nuevo reto con esta perspectiva ¿para qué? Y ahí se inicia el viaje.

La imagen del equipo To Bar de Villafranqueza acompañada de la frase «Nos gusta lo que hacemos»  ha alcanzado 290 me gustas en su página de Facebook, transmitiendo pasión por su trabajo y el buen ambiente que impera en el local.