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La rutina diaria de muchas personas ha cambiado en los últimos años, la tecnología, las redes sociales y aplicaciones son solo parte de esa nueva tendencia de los llamados”zombis 2.0”
Muchos reconocerán el impulso involuntario, una notificación insistente pero imaginaria de WhatsApp que nos hace mirar el teléfono cuando en realidad no hay notificación; ese chequeo constante de Facebook por si alguien nos reclama. El revisar una y otra vez los ‘trending topics’ para estar al tanto de lo que pasa en el mundo dejando de lado muchas veces lo que pasa frente a tus ojos. Publicar de manera obsesiva todo lo que hacemos a través de Instagram, diseñando hashtags incomprensibles e interminablemente complejos.
Esta obsesión o fobia ya tiene nombre y acrónimo anglosajón. Es el FOMO, ‘fear of missing out’, ‘miedo a perderse algo’ que no es más que el temor a la exclusión por desconocimiento, que se determina con el repaso continuo de lo que publican nuestros contactos.
De manera irónica desarrollamos una fobia a la exclusión, aun cuando modificamos comportamientos al socializar. Para muchos es ya común ver parejas o grupos de personas en lugares públicos sentados unos frente a otros entablando conversaciones digitales ignorando por completo a los presentes.
Los avances tecnológicos, ¿nos hacen cada día menos sociables? ¿Menos humanos? ¿O en definitiva pasamos de ser aquellos seres sociales por excelencia para convertirnos en los nuevos “Zombis 2.0”?
Eduar Reyes Olivares