Cuando escuchas hablar sobre el Yin y el Yang siempre piensas en el símbolo procedente del lejano oriente que representa dos fuerzas opuestas y a la vez complementarias. Pero y si te preguntamos sobre qué es el Yin y el Yang en publicidad, ¿sabrías contestarnos?
Pues bien, el Yin y el Yang en nuestro ámbito no es más que dos tipos de publicidad. Y es que estamos en un sector que está viviendo cierta transición entre el mundo analógico y el digital.
La principal diferencia entre un término y otro, es que cuando hablamos de publicidad Yin nos estamos refiriendo a aquella que trata de seducir al público, mientras que la Yang es aquella que va a su caza.
Hasta ahora nos hemos encontrado con un sector publicitario dominado por la publicidad Yang, donde cuando no te saltaba un desplegable imposible de cerrar había una canción sin opción a silenciar. Pero este tipo de publicidad no se queda sólo en este medio, la televisión o la radio también hacen uso de él, porque ¿quién tiene un buen recuerdo del anuncio de Línea Directa o los mensajes de Movistar/Vodafone/Orange?
Pero como hemos dicho, estamos en una época de cambios y por suerte a mejor. Ahora la publicidad está entrando en una etapa Yin que crea espacios donde la relación marca-consumidor mejore. Este tipo de publicidad, que se caracteriza por lograr que sea el propio consumidor quien la busque es muy común en la publicidad exterior. No obstante, cada vez más se ven ejemplos en internet como juegos en las diferentes redes sociales o vídeos en YouTube.
Pero al igual que con la definición habitual del Yin y el Yang, es necesario que una campaña publicitaria albergue ambos tipos. Esto se debe a que si sólo se utilizasen piezas Yang la acción no tendría la capacidad de crear esa relación de la que hablábamos anteriormente, mientras que si estuviese formada sólo por Yin estaríamos ante una campaña sorda con un escaso poder de convocatoria.
Pero este concepto también se puede llevar al terreno de los medios, soportes e incluso formatos. El cine es sin duda el más Yin, puesto que el consumidor acude a el de manera voluntaria para exponerse a lo que éste le ofrezca. Sin embargo, al otro lado del cuadrilátero encontramos a la radio, el medio más Yang de la historia después del email.
Hoy en día si una marca pretende alcanzar sus objetivos tendrán que dejar de asaltar al consumidor o posible consumidor por las esquinas como si fuésemos asaltadores de caminos. Lo que debemos hacer es pensar en ganarnos poco a poco al consumidor, en el buen sentido de la palabra, entablando una relación basada en el interés mutuo.
Tal y como hemos comentado anteriormente, no podemos sobrevivir sólo con una de las dos caras de la moneda, pero sí es verdad que debemos potenciar la que más nos interesa para poder beneficiarnos. Con esto a la larga podremos recoger los frutos de esta relación que tantos esfuerzos nos ha costado.
Fuente: Daniel Solana. Postpublicidad.