Puede parecer una moda, pero lo cierto es que la información es poder, y hoy en día parece que cualquiera puede crear un blog y convertirse en líder de opinión. Pero la verdad es que si uno es realmente bueno, las visitas le delatan, y sus seguidores se cuentan por miles. Pueden abrirse en su camino innumerables posibilidades de patrocinio. Las marcas lo saben. Y por ello contactan con los “bloggers” para que sus “bitácoras” sirvan de plataforma anunciadora de sus productos.
La realidad dictamina que los blogs ocupan los primeros puestos en términos de confianza, popularidad e influencia.
Según los últimos datos del estudio Digital Influence de 2013 de Technorati, los blogs son la tercera fuente digital más influyente a la hora de hacer compras, por detrás de las páginas de retail (56%) y las páginas de marca (34%). Por debajo se sitúa Facebook, con un 30,8%, mientras que Twitter apenas logra un 8%. Para los consumidores, los blogs están por encima de Twitter a la hora de dar forma a sus opiniones y por encima de Facebook a la hora de motivar nuevas decisiones de compra.
No hay que ser muy listo para darse cuenta de las ventajas, por ello las marcas y empresas deben aprovechar este filón que apenas les supone una inversión mínima. Sin embargo las marcas confían en Facebook más que en cualquier otra plataforma. Aparentemente, los términos de medición pueden resultar más atractivos para las empresas que para los bloggers o influencers. Puesto que estos últimos miden sus resultados en función de las visitas que se interesan por leer su contenido. Mientras que las marcas miden su éxito a través de un aumento en la actividad de Facebook y Twitter.
Los consumidores se fían más de un extraño, que a priori no parece tener una conexión con la marca, que de la propia marca. Pero parece que el famoso “boca a boca” o la recomendación de un amigo o vecino, sigue siendo mucho más valiosa que cualquier otra.
La clave para alcanzar el éxito y la notoriedad es conseguir personas con fuertes lazos con las comunidades, no sólo por su fama. No basta con tener una amplia base de seguidores, sino más bien, una amplia base de “Influenciadores”.
Tarea ardua, sin duda para las empresas. Sin embargo, también existen guías para conseguir influenciadores.
Y tú, ¿también te dejas influenciar?