El ser humano se comunica constantemente, sin necesidad de las palabras. Es algo innato, que necesitamos, que realizamos incluso involuntariamente, a todas horas. Como vemos en la imagen de House, la comunicación verbal se puede dar a la inexactitud o la mentira. En cambio la comunicación no verbal es muy difícil de falsear. En 1914 comenzó el estudio serio de psiquiatras, sociólogos, antropólogos… Aún así se trataba todavía de un aspecto de la ciencia marginal. Esto en la actualidad ha cambiado, y ha surgido un nuevo entusiasmo por la búsqueda de esa realidad emocional que constantemente expresamos sin palabras. La publicidad utiliza este tipo de recurso constantemente.
El cuerpo es el mensaje
Existe una teoría que defiende que el cuerpo puede ser comunicación en sí mismo, y que incluso el aspecto físico está culturalmente programado. Según esta teoría, el ser humano iría adaptando involuntariamente sus facciones al contexto en el que se ve envuelto, por lo que no se trataría de algo exclusivamente genético. Esto explicaría el tremendo parecido que hay dentro de algunas comunidades de seres humanos.
Lo que dicen los ojos
En multitud de sociedades, la mirada fija es algo a evitar. Puede simbolizar una falta de respeto, un intento de acceder a la intimidad de la otra persona, o incluso una atracción sexual que no cabe poner al descubierto. De esta forma, cuando dos personas charlan, se tiende a desviar en cierto grado la mirada. Según cómo se produzcan estas miradas o estos desvíos, acompañado de otras características faciales, se puede sacar información muy interesante que jamás se sabría si dependiéramos simplemente de las palabras.
La danza de las manos
Un emblema es un movimiento gesticular que posee un significado preestablecido, como el dedo del autoestopista. Estos gestos normalmente no son universales, ya que cada cultura tiene un emblema particular para decir lo mismo. No obstante se han descubierto unos pocos que sí son iguales en multitud de lugares diferentes, como por ejemplo el emblema de “tener sueño”.
El código no verbal de los niños
Los etólogos acostumbran a analizar la conducta de los animales para poder comprender el lenguaje no verbal. Entre los seres humanos resulta muy interesante analizar las conductas de los niños pequeños, ya que en cierto sentido tienden a asemejarse a los animales: son desinhibidos, juegan, pelean, forman bandas, y rara vez usan el lenguaje verbal.
Indicadores del carácter
Es indudable el hecho de que cualquier persona puede intuir el carácter o la personalidad, al menos de forma general, a partir del movimiento de su cuerpo. De esta forma, según la forma de caminar de un individuo se pueden averiguar multitud de rasgos. Ya no se trata del qué, sino del cómo. Se trata del fluir del movimiento, la forma en la que nuestros movimientos se enlazan. Esto se conoce como esfuerzo-forma.
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