Para encontrar el origen de la geolocalización tenemos que remontarnos a mediados del año 2009 – aunque temporalmente hablando sólo han transcurrido dos años, tecnológicamente da la impresión de que hubieran pasado siglos –. Es en esta fecha cuando empezó a hablarse de un concepto que por aquel entonces se reducía a Google Maps y poco más.
Pero la geolocalización no ha tardado en llegar a las redes sociales. Foursquare, Gowalla, Google Places y, más recientemente, Facebook Places son sólo algunos ejemplos de cómo hacer partícipes a nuestros “amigos” de lo que hacemos y dónde lo hacemos. Y para ello sólo es necesario que nuestro teléfono móvil cuente con GPS o sea un smartphone, descargamos la aplicación correspondiente y…¡ya estamos listos para decirle al mundo dónde estamos!
El proceso es muy sencillo, basta con iniciar la aplicación y rastrear la zona en la que nos encontramos. Automáticamente nos aparecerá la lista de lugares que están a nuestro alrededor en un radio determinado de metros (o incluso kilómetros) y que, por supuesto, tienen presencia en Foursquare o redes similares. El siguiente paso es hacer check-in, o lo que es lo mismo, señalar el lugar de la lista en el que estamos y compartirlo, al mismo tiempo, con nuestros contactos de Facebook y de Twitter.
Pero, además de para compartir con nuestros contactos lo que hacemos en cada momento del día, ¿son realmente útiles estas redes sociales? El número de usuarios crece cada día y también son cada vez más los restaurantes, tiendas y todo tipo de empresas y comercios que se unen a ellas, ¿por qué será?
Desde el punto de vista de los usuarios es una forma distinta de recorrer una ciudad. Tanto si la conoces previamente como si no, estas redes te permiten saber, por ejemplo, qué lugares están de moda (aquellos en los que un elevado número de usuarios han hecho check-in) o si a tu alrededor hay alguna oferta interesante.
A esto hay que añadir la parte de ocio que llevan asociadas este tipo de redes y el reconocimiento social que supone hacer check-in cierto número de veces en un lugar determinado. Es decir, cuantas más veces te registras al cabo del día en un lugar o en varios lugares, puedes conseguir insignias o, incluso, ser nombrado “alcalde”.
Para las empresas, es una forma de atraer nuevos clientes y de fidelizar a los que ya tenían y la manera de hacerlo es muy sencilla. Basta con ofrecer descuentos y promociones por el primer check-in o por realizar varios en un mismo comercio durante un período de tiempo determinado.
Por supesto, SÍMBOLO Ingenio Creativo ya está en Foursquare y, desde aquí, aprovechamos para invitaros a hacer check-in, a ver qué pasa…