Como dijo Ted Shawn, “La danza es el único arte en el que nosotros mismos somos el material del que el arte está hecho”. Existen otras maneras de expresión artística que las disciplinas clásicas como pintura, escultura, poesía, música, danza… Muchas tendencias actuales del arte acogen en una misma obra diversas técnicas.
La acción artística o performance es una muestra escénica de arte en vivo, ligada al Happening, al Body Art y en general al arte conceptual. Según Glusberg (gestor cultural, critico y curador argentino, 1932-2012) las vanguardias son la prehistoria de las performances y partimos de ahí como un lenguaje artístico documentado, según él las protoperformances parten de las vanguardias Futuristas y Dadaístas como provocación frente al arte académico, critica cuestiones como la pasividad del espectador, resalta la mezcla de lenguajes artísticos y propone uso de espacios no tradicionales como conjunción entre arte y vida.
En 1917 se propone el llamado Manifiesto de la Danza Futurista, nombrando la geometría pura de la danza libre que experimentaban bailarines como Isidora Duncan, Loie Fuller, Nijinski, entre otros, representando el deseo futurista de hacer el cuerpo máquina a partir del movimiento. Ya en 1909 las Vanguardias Futuristas con Marinetti contienen las principales ideas como la exaltación de las máquinas, la velocidad, la unión de las artes. Traduciendo los movimientos en recitales de poesía, música y danza agrupando así a artistas de diversas disciplinas. La transformación futurista de cuerpo en máquina, cuerpo-arte, se debe relacionar con los Ready-Mades de Duchamp y con el Manifiesto de la declamación basado en el movimiento de brazos y piernas portando instrumentos riudosos siguiendo el pulso de las máquinas. Así se resolvían inquietudes futuristas con la presencia de la danza a partir del movimiento mecánico del cuerpo.
Dance Serpentine, Loie Fuller.
Ingenieros como Harold Eugene Edgerton se iniciaron en la fotografía estroboscópica, fotografía de alta velocidad para captar el movimiento, sus inicios fueron en la fábrica y sector industrial fotografiando máquinas y, posteriormente, hizo proyectos del movimiento humano como Bob Running o Dancer.
El filosofo Nietzsche se sirvió de la manifestación artística de la danza como un recurso estético, esa insistencia en utilizar el simbolismo de la danza en sus escritos, es otra manera de ensalzar y reivindicar el valor del cuerpo. En su última época Nietzsche ya no busca un arte que no sea expresión de la vida, ni palabras que no canten, ni música que no sirva para bailar, pues sólo el espíritu bailarín y ligero puede abrir el camino que conduce al superhombre. Y Nietzsche cree que ese arte, del que lo espera todo, es necesario, fundamentalmente, para poder disfrutar de la “libertad sobre las cosas”, puesto que el arte que se propone como alternativa es un “arte ligero”, ascendente, que se ha liberado de las determinaciones asfixiantes del espíritu de la pesadez, que impide al hombre ser libre.
El cine también bebe de la expresión corporal como arte de la mano de la multifacética Maya Deren utilizando el cine experimental como herramienta de auto expresión y exhibición por ejemplo su obra “Meshes of the Afternoon o Montañas de Atardecer, 1943”. Por este motivo se aleja del circuito comercial y se exhibe su obra en Galerías y Museos.
No dejar de mencionar la Escuela de La Bauhaus (Alemania), que con uno de sus directores Oscar Schjlemmer formo el Ballet Triádico, buscando integrar en un solo lenguaje el figurín, la danza, la música y la producción industrial.
La danza integra la historia que ha escrito la performance.
Por Rocío Segura Sánchez. Artista plástica
En coordinación con una serie de post, en este caso “CUERPO COMO EXPRESIÓN ARTÍSTICA DE LOS MÁS ÍNTIMO” (1) se realizarán unos vídeos, fusionando entre ellos una relación directa de contenidos. El próximo día 28 mayo se publicará un vídeo acción artística, donde la expresión del cuerpo experimenta con audiovisuales la información compartida.